Como único propietario, el propietario tiene un control completo y autoridad para tomar decisiones sobre el negocio. Es responsable de proporcionar el capital necesario, administrar las operaciones diarias, tomar decisiones estratégicas para el negocio y asumir todas las obligaciones legales y financieras de la empresa.

Un propietario tiene derecho a todas las ganancias generadas por el negocio, pero también asume la carga completa de las pérdidas o responsabilidades. Pueden optar por reinvertir las ganancias en el negocio o tomarlas como ingreso personal. Además, el propietario es personalmente responsable de las deudas u obligaciones legales del negocio, lo que significa que sus activos personales pueden estar en riesgo en caso de dificultades financieras o reclamaciones legales contra el negocio.

En resumen, un propietario es una persona que posee y opera un negocio como único propietario. Asume el control total, la responsabilidad y la responsabilidad de las operaciones del negocio, tomando todas las decisiones y cosechando las recompensas o consecuencias de sus esfuerzos empresariales.